jueves, 12 de marzo de 2009

Trabajar en un Centro Penitenciario

Comenzaré este artìculo comentando que estas dos palabras infundían mayor respeto que la verdadera realidad de las mismas. La Educación es un derecho que tenemos todos los españoles/as y es fundamental llevar ésta, a aquellas personas que por distintos avatares de la vida han caído en esta compleja situación que marca sus vidas irremediablemente.

Recuerdo el primer día cuando llegué al Centro Penitenciario de Sevilla II. Está situado relativamente cerca de la ciudad aunque el trayecto se me hizo bastante largo ya que mi mente, elucubraba cómo y de qué manera podía ser aquello, que normalmente había visto en televisión y que me imaginaba como un sitio sin ley donde el poder trabajar y menos aún impartir clases, podría ser algo menos que una fantasía. El primer contacto fue impactante, rejas, seguridad y numerosos controles. Ahí estaba yo, un chico joven probando a conocer un mundo nuevo para mí que me provocaba sensaciones duales de respeto y bastante atracción al mismo tiempo.

Tras conocer a mis compañeros y compañeras, comenzó mi labor propiamente dicha. ¡ Vamos a enseñar ¡ , que para eso he venido.

La programación fue compleja elaborarla, atendiendo a la heterogeneidad de los alumnos en cuanto a niveles y situaciones personales pero con trabajo coordinado y profesional de los diferentes profesores y profesoras del claustro, pudimos adaptarla y adecuarla a la situación para el nuevo curso, donde la oferta educativa, pretendiámos que fuera amplia y variada, acogiendo a todos los colectivos y peculiaridades. Mi labor se localizó en el desarrollo y tutoría de Planes educativos de Graduado en Secundaria y preacceso a la Universidad, ante la posibilidad de atender una demanda suscitada por los internos .

Conocí a mis alumnos. Tras una valoración inicial de los mismos,toda la incertidumbre que tenía dentro de mí se desvaneció. La acogida fue increíble y el respeto que mostraban los que debían ser mis alumnos para este curso era impecable aunque de maneras específicas y un tanto peculiares.

La movilidad de los internos era contínua y unida a la gran disparidad de niveles que presentaban, las adaptaciones curriculares se hacían imprescindibles con carácter contínuo.Por otra parte,era tan grande la obsesión de los internos
por aprender, que el profesor, no era más que una persona que se complacía en realizar este trabajo de adaptación de los conocimientos a las nuevas situaciones planteadas ya que el agradecimiento era explícito y contínuo.


Cerniéndone expresamente a mi labor educativa, Los alumnos a los que tenía que atender, son personas adultas, esto hace que tengan variadas experiencias y conocimientos prácticos. Todo ello hace que haya que impulsar el aprendizaje a partir de los propios conocimientos de las mismas.

La principal finalidad es la de favorecer en el alumno su autoconocimiento. Debe procurarse que sea el alumno el que vaya descubriendo sus capacidades, sus gustos y sus oportunidades. Hay que ayudar a que se abran los cauces necesarios para la integración en unos estudios o en una profesión y en definitiva contribuir a la futura reinserción.

No se trabaja con libros de texto, lo cual nos obligaba a la preparación de material específico para los temas tratados.

Dada la gran disparidad de alumnado que recibíamos, en cuanto a edades, capacidades…,se hizo necesaria prestar una especial importancia a la atención a la diversidad y realizar una especial incidencia en aquellos que más lo necesitaban. La manera en que se propone solucionar esta diversidad no es una, sino que consiste en adaptarse a las características del alumnado de cada módulo en el que se encuentran. Hubo que optarse por distintas estrategias con los diferentes grupos, dependiendo de la dinámica con se operaba con cada uno. Para favorecer la atención a grupos tan heterogéneos, entre todos los docentes, tuvimos que llevar a cabo una serie de actuacciones:

- Favorecer actividades cooperativas para prevenir y evitar la segregación de alumnos con dificultades de integración.

- Elegir convenientemente los agrupamientos. Deben ser flexibles, de acuerdo con el tema, con el momento y con las dificultades de aprendizaje.

- Crear un clima de confianza explicando el por qué de las cosas y aceptando sugerencias.
- Realizar un apoyo individualizado a determinados miembros del grupo que lo necesitaban. Este apoyo ha de servir para que el alumno alcance unos determinados objetivos y para resolver dificultades puntuales de éste.

- Llevar a cabo refuerzos individualizados a pequeños grupos mediante la acción directa del profesor en horas de clase con el grupo o en horas lectivas dedicadas a ello.

- Fomentar las “ayudas” entre compañeros, incidiendo en la educación
cooperativa.

Los contenidos establecidos son mínimos para conseguir superar el curso, tanto los conceptuales, como procedimentales y actitudinales.

En el capítulo de conocimientos, se tiene en cuenta la comprensión de que hagan gala de los temas: la realización y presentación de trabajos, la correcta solución de los ejercicios, las pruebas escritas a lo largo del curso, las pruebas orales, las exposiciones en clase …

En referencia a los procedimientos se valora: el manejo de la herramienta matemática, la presentación de los trabajos, la adecuada formulación de las preguntas, los esquemas, la claridad en la exposición oral, la búsqueda de documentación, saber desenvolverse en la biblioteca…

En cuanto a las actitudes se cobra importancia, el interés mostrado en clase, la asistencia continuada, la cooperación con el grupo, la sensibilidad hacia los temas actitudinales; el desenvolvimiento en grupos de estudio y trabajo, la valoración que muestre hacia la enseñanza y el saber…

Finalmente y a modo de conclusión decir que el curso se hizo cortísimo y el esfuerzo de los alumnos fue enriquecedor para mi persona. No he disfrutado nunca tanto como trabajando con estos alumnos que lejos de ser conflictivos, me hicieron sentir orgulloso de haber podido ser su profesor porque ellos me enseñaron y proporcionaron, día a día, bastante más que yo a ellos.



Antonio Murillo Segovia.

3 comentarios:

  1. Sr Murillo,

    Me parece una experiencia muy especial que me gustaría compartir. ¿Cómo se puede acceder a un puesto como profesor en centro penitenciario?

    Gracias

    ResponderEliminar
  2. Excelente redacción profesor!

    para los que no conocemos sobre el tema y pensaba que es un verdadero caos imaginarme dando clases en un centro penitenciario.

    ResponderEliminar
  3. A mí también me gustaría saber cómo fue que logró dar clases ahí? Por ahora yo solo realizó pracpráct profesionales

    ResponderEliminar